La Gran Marcha II

¡7 de julio, San Fermín!

Como pensamos, a pesar de no tener el mejor de los colchones y de que el sol nos bañaba la cara desde bien temprano, esta vez tampoco abrimos los ojos hasta la hora habitual.

Nos fuimos desperezando poco a poco y, como no pudimos ver el primero de los encierros de los San Fermines (decidimos no cargar con el televisor...), disfrutamos de las vistas que teníamos delante.

Preparamos el desayuno y nos lo tomamos en un abrir y cerrar de ojos. Recogimos y ¡adelante campamento!

Destino: Las Calderas. Recorrimos el cauce de un río encañonado. Un paisaje rocoso espectacular con un montón de “dificultades” que superar, que para nosotros, adventureros sin igual, se convirtieron en atracciones.

¡Pasen y vean!

Nos adentramos en las Calderas

Atravesando un túnel escavado por la fuerza del agua en la roca.

Parece difícil, pero con paciencia, lo conseguiremos.

¡Qué bonito! ¡Qué bonito! Merecía la pena intentarlo.

¡¡¡Y tanto!!! ¡Prueba suuuuperada!

Y con esta pueden los mayores, los medianos...¡y también los pequeños!

Llegados a este punto solo nos queda una cosa:

plasmar imagenes para que quede constancia de nuestras y

dejar que nos broten las lágrimas de emoción.

Nunca dejarán de sorprendernos

El camino no se terminaba aquí, aunque no nos hubiera importado. Nos quedaba todavía un rato. Eran las 13:30. Teníamos que llegar a Fuentelsaz. Antonio, nuestro cocinero, iba a acercarnos allí la comida.

Este último tramo se nos hizo algo largo y duro. Las mochilas parecía que pesaban cada vez más. Por fin llegamos. En los platos una buena ensalada, albóndigas y melocotones. Volvimos a dejar las inmensas cazuelas limpias.

Este fue el final del recorrido para los pequeños. Volvieron en coche y directamente a la piscina. Ya os imaginaréis: ¡ni por asomo parecían cansados!

Medianos y mayores, después de un descanso bajo una buena sombra, volvieron andando, sin esterillas ni sacos (aunque lo intentaron, más los mayores que los medianos...,no lograron convencernos para que les llevásemos las mochilas). Unos directamente a la ducha. Los otros, optaron por un chapuzón rápido en la piscina.

Y después, a ver el partido. ¡A la finaal, oe! ¡A la finaal, oe! Lo disfrutamos todos juntos. Estaremos animando el próximo partido.

La cena fue copiosa: arroz blanco con tomate, pescado, yogurt y de premio, un poco de dulce.

Nos caíamos de sueño, pero no perdonamos la velada. Los mayores, hicieron un taller de masajes. ¡Muy bien pensado! A los medianos les dio tiempo a hacer, nada menos que 3 juegos: "Las vidas", "Los gusanos" y "El tersoro de Barbarroja". Los peques le han dado una calurosa bienvenida a Ana, otra monitora que va a acompañarles hasta el final del campamento y después, "Pistolero Zombie", "YO-KO-FO" (juego de mensajes con gestos), "Contrabandistas" y para finalizar Asamblea General para valorar estos dos días: ¡les ha encantado!

(A pesar de que las mochilas a veces les parecían gigantes...¿No os decíamos que teniais unos hijos increíbles?)