lunes, 5 de julio de 2010

Hoy, 5 de julio, os ponemos al día

¡¡Hola familia!!

Supongo que ya estarías esperando ¿verdad? Esperamos que no desesperando. Ya sabéis…si no llamamos ni escribimos, es que todo está bien y que estamos disfrutando a tope cada segundo.

Y es cierto. El tiempo nos cunde tanto que tenemos la sensación de llevar aquí ya un semana. Además, a pesar de que muchos de estos chicos y chicas vienen con nosotros por primera vez, y que apenas se cumple el 4º día de campamento, esto empieza a ser una gran familia. O, como decimos por aquí, “¡ESTE GRUPO, SI ES UNA PIÑA!”

Y ahora vamos a lo que nos ocupa…

Nos habíamos quedado por la tarde del día 3 de julio, cuando todo el campamento asistimos a la representación teatral que habían preparado los medianos. ¡Vaya desparpajo! Y qué bien se disfrazaron ¿eh? ¡Los teníais que haber visto revolviendo nuestras cajas de disfraces!

Después de la representación, se dividieron de nuevo los grupos.

Los más pequeños aprovecharon para darse un bañito en el río. Lo cierto es que es una maravilla tenerlo aquí al lado.




Después de refrescarse y descansar un rato, tintaron sus camisetas blancas, jugaron al escondite inglés, hicieron una super-gymkhana que combinaba ingenio, coordinación, velocidad, equilibrio, y un montón de cosas más. Continuaron con un ajedrez humano, jugaron a verdad o mentira y, merecidamente se fueron a las duchas. Como veis, “estos peque, no descansan” (como corean ellos cada día).

Por su parte, el grupo de los medianos, tras el baño de aplausos por su representación teatral, tuvieron una sesión de juegos con paracaídas, una gymkhana con pruebas típicas de humor amarillo, el juego de “los misilies”, donde los monitores les bombardearon con preguntas de ingenio que ponían a prueba sus conocimientos de lengua, mate, ciencias,…y antes de las duchas, un “pañuelo cooperativo”. En ningún momento vi que les faltara el aliento. ¡Es increíble! Menudo grupo, cada día se parecen más a sus incansables monitores.


Al grupo de mayores les esperaba una tarde de auténtica multi-aventura. Parque de cuerdas con tirolina, pull y pasarela, sobre el río. Tengo entendido que alguno se mojó algo más que las puntas de los pies y eso que todo esta montado para que no se mojasen ni una gota (¡Je!) Además bicicleta de montaña y tiro con arco. ¡Ahí es nada! Claro está que se habían merecido poder ver el partido de cuartos de final que España jugaba en el mundial. Celebramos el triunfo por todo lo alto.

Antes de la cena, todos habían dejado preparadas sus mochilas: saco, esterilla, almohada, ropa de abrigo, muda de recambio, chubasquero, útiles de aseo y frontal o linterna. ¡Listos para una marcha nocturna! Cargamos los sacos y esterillas de los más pequeños en la super-furgo de Víctor y emprendimos la marcha a las 10:15, en una noche estrellada como ninguna y con una temperatura de 17 grados. ¡Se puede pedir más!


A las 12:15 llegamos a nuestro destino: un hotel de mil estrellas en la Necrópolis de Cuyacabras, lugar de interés arqueológico que ellos no descubrirían hasta el amanecer. Pusimos las esterillas formando tres grandes alfombras. Encima los sacos, a la cabeza las mochilas. Unas mantas y un plástico que impermeabilizaba para evitar el rocío. El colchón algo duro, pero pasamos buena noche.

Pensábamos que despertaríamos temprano pero descansamos hasta la hora habitual (8:30). Incluso a algunos nos costó levantarnos. El solecito que nos pegaba, el sonido de los árboles y los pájaros,..¡Ummm! Nos puso en pie el hambre al olor del desayuno.

¿En qué día vivimos? Comenzaba el 4 de julio.
Después del desayuno, mayores y medianos se ponían en camino.
Los mayores regresaban al campamento para soltar las mochilas, ponerse el bañador y pasar una mañana de piscina de lo más agradable.
Los medianos emprendían la marcha dirección a Revenga. Una vez allí, buscaron una buena sombra en una explanada y para descansar un rato, hicieron unos cuantos juegos sentados (Tic-Tac, Beso Eléctrico,…). Seguidamente visitaron la Casa de la Madera.

“¡Cojan sitio chicos; llega la comida!”. Allí, en pleno campo, dimos buena cuenta de una paella con pollo y un helado. ¡Cómo nos lo montamos! (Lástima que no la fotografiásemos. Os entraría hambre nada más verla).

Los pequeños se quedaron en Cuyacabras un rato tras la marcha de los otros dos grupos. Les esperaba un relato apasionante sobre la historia del lugar.




Después, salieron raudos y veloces a la zona del rápel, donde les esperaba Víctor. Se portaron como verdaderos valientes.

Pequeños y mayores terminaron su jornada matinal en el comedor del Campamento y por supuesto, también les esperaba una riquísima paella, carne mechada con salsa y helado. ¡Eso es, que no sobre nada que hay que coger fuerzas!
Después de comer y reposar la comida (bueno, algunos porque buena parte de los mayores estuvimos jugando al fútbol), ¡más actividades!

Los pequeños se lo montaron de escándalo y fueron a la piscina a echarse una siestecita (no os lo habréis creído ¿verdad? Lo de la siesta, digo).

Merendaron allí, hicieron algunos juegos de agua y cuando el sol ya flojeaba un poco volvieren al campa para ducharse. Antes de la cena una partida al balón prisionero. Y aún les dio tiempo para jugar a “palomitas de maiz” y balón prisionero.

Los medianos tras reposar un poco la comida, pusieron rumbo hacia la zona del rápel. Allí, además de esta actividad, realizaron un taller muy básico de primeras auxilios y otro para fabricar collares con serpentinas. ¡Quedaron muy bien¡ A su llegada al campamento y antes de ducharse, todavía les quedaba tiempo y energía para los juegos predeportivos de liga (“jinetes y caballos” y” calles y avenidas”)




Los mayores volvieron con mono e agua después de estar en la piscina así que durante toda la tarde estuvieron en una Gymkhana de Agua. Pasaron pruebas de todo tipo. Alguno pasó algo de frío con el agua que había tan fresca pero ya lo dice el refrán:”Sarna con gusto, no pica”



En la cena nos pasó como en la comida. No sobró nada de la sopa con picatostes ni de la tortilla de patata. Un yogurt de postre, labado de dientes y ¡que siga la marcha!

En la velada nocturna, los pequeños a jugar a “la bandera” y cómo no, repaso a todas las canciones que se saben. Los medianos al “Start line”, una especie de escondite inglés pero en la oscuridad y con linternas. Los mayores, después de leer los mensajes del “buzón del amor” (qué cosas tan bonitas se escucharon) jugaron “Al Paso del Estrecho”, un juego de estrategia por equipos

Suena el silbato. Los juegos han llegado a su fin.

Besos de buenas noches y los acampados a descansar. A los monis aún nos quedaba un rato. El día que venga tendrá que salir, al menos, como este: ¡perfecto!.

2 comentarios:

  1. Espero que la semanita haya arrancado con esa fuerza que sólo los de Venture transmitimos! me dais muuuuucha envidia y eso es buena señaal! os veo "pronto", saludos para cada uno de vosotrosss!
    muaaaaaaaakkk!

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  2. Despues de ver las ultimas fotos en el Blog. Veo que el buen tiempo por fin les llego y con buenas temperaturas. Experiencias con Sanguijuelas, en busca de la bandera ....que entrete. Sigan divirtiendose...Ciao

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